“La única forma de sanear la actividad y dejar de relacionar a los taxis en robos y droga, es legalizando al trabajador, ponerlo en relación de dependencia, y que el Sutrappa cumpla el rol que le corresponde y exija a los propietarios toda la documentación”. Según Carlos Pizarro, secretario general del Sindicato de Peones de Taxi, toda la solución de los autos de alquiler relacionados a hechos delictivos entra en una frase.
El debate comenzó la semana pasada. Desde el miércoles al viernes, hubo cinco denuncias contra choferes de taxis. El miércoles, uno de ellos robó $ 90.000 a un pasajero en San Lorenzo al 3.300 y cuatro jóvenes que viajaban en un auto de alquiler de Yerba Buena fueron detenidos con armas y pasamontañas. El jueves, un chofer asaltó a una pareja en Horco Molle y otro hizo lo mismo con un grupo de chicos en Ciudadela. El viernes, tres hombres que viajaban en un taxi, incluyendo al chofer, asaltaron una empresa en Jujuy al 2.200. En lo que va del año, ya son 15 los choferes denunciados por actos delictivos.
Controles y precarización
Según Pizarro, esto tiene dos explicaciones: la falta de controles y la precarización laboral de los choferes. Con esto no quiere decir que los conductores salgan a robar por no estar en blanco, sino que “hoy cualquiera maneja un taxi”, según sus palabras. Añade que existe una cifra fehaciente que explica el fenómeno. “Hay un 80% de choferes honestos y un 20% que no, y no se los controla”. Según sus cálculos, uno de cada cinco choferes no cumple como deberían con su tarea e incluso podrían estar relacionados con delitos.
“La Municipalidad tiene que cumplir el rol que le corresponde y hacer cumplir las ordenanzas. Tienen que hacer controles y no los están haciendo. Por eso los autos de otras jurisdicciones invaden la capital y cualquiera maneja un taxi. Este año presentamos un recurso de amparo y nos salió una cautelar. Pedíamos que se frene la inspección que comenzó en junio para que se pueda modificar la ordenanza y los dueños comiencen a registrar a sus trabajadores. Con esto el pasajero va a subir seguro y va a saber quién maneja el taxi”, explicó.
Para el sindicato existe una complicidad entre los dueños de los automóviles y los que deben realizar los controles.
“En los controles los autos pasan como si nada, sin necesidad de que el trabajador esté en blanco. Hay una complicidad entre propietarios y municipalidad. Hay una ordenanza que habla sobre el monotributo, que salió en 2008. ¿Por qué? Porque había políticos que tenían muchas licencias y en común acuerdo con los otros propietarios y la municipalidad dijeron de implementar el monotributo, total ellos se salvaban y se jorobaba el trabajador. Las cosas no se están haciendo. Si no se puede registrar a todos ahora, andá registrando gradualmente, de a poco. Ellos dicen que no se puede, pero sí se puede. Tienen un beneficio de un 50% de descuento en aportes patronales. No lo quieren hacer”.
El cartel
En la edición de ayer salió una nota a Victor Mascaró, subdirector del Sutrappa, quien aseguró que no se estaba controlando el cartel que muestra los datos del chofer y del dueño del taxi “por un problema técnico que será solucionado a la brevedad”. Pizarro le contestó.
“Los propietarios dicen que no la ponen por temor. Hoy en día, si alguien te quiere ubicar, te va a ubicar. Mascaró dice que no estaban haciendo los controles pero que ya los iban a hacer y aduce problemas técnicos. ¿Qué problemas técnicos?”, requirió.
En lo que sí se pusieron de acuerdo es que, según una ordenanza, no pueden manejar los taxis personas que tengan permisos extramuros o antecedentes penales. Según Mascaró, es casi imposible que alguien con prontuario se desempeñe atrás del volante. Según Pizarro, “maneja cualquiera”.
LA GACETA intentó dialogar nuevamente con Mascaró, pero este adujo que no podía por cuestiones personales. Sin embargo, dejó abierta la puerta para nuevas entrevistas.